martes, 3 de mayo de 2011

No digas eso...

- ¿Cuándo te enamoraste de mí?

- ¿Yo? Desde el primer momento. ¿Y tú?

- Yo también.

- ¿Y porqué...?

- Soy viejo y enfermo.

- Eso no importa.

- Ahora no importa. ¿Y después?

- No hay que pensar en el mañana. No hay que planificar nada. Hubo quien  planifico todo...

- ¿Quién?

- No importa quién...En la historia hay muchos ejemplos: Hitler, Napoleón.

- ¿Ha querido a alguien?

- Ahora me parece que no.

- Te pido una cosa... Mientras estemos juntos, no estés con nadie más.

- Siempre estaremos juntos. Un hombre de verdad no debe huirle al amor. No debe temer ser débil y enfermo.

- No soy un hombre de verdad. No me conoces.

- Eres tú el que no se conoce. Eres fuerte, talentoso. Eres el mejor de todos. Fuiste desdichado.

- ¿Porqué lo dices?

- Mírate en el espejo. Las personas felices no tienen esa cara. Estás muy cansado porque viviste una vida que no era la tuya.

- Eres aún joven. No tienes costumbres.

- Tengo la costumbre de la soledad.

- ¿Amas tu soledad?

- ¿Acaso se puede amar la soledad?

- Yo la amaba hsta que te encontré. ¿No me abandonarás?

- Yo soy tu perro. Voy a seguirte de cerca hasta que te canses. Y si te cansas, te seguiré de lejos.

- No digas eso...