martes, 14 de junio de 2011

Declaración de desamor

Fragmentos de un cuento que no termino, de mi vida, de un sueño... cobardía:

  • Un café en Ginebra/ Un café au Genève et toi/ One loverscoffee after Geneva and you...

Yo soy el sí de tus nos eternos,
Y la esperanza disfrazada de ramera,
que no esperas.

La niña ingenua,
que te arrebata besos dolorosos,
y de tu ayes…
el extraño alivio.

Soy los personajes que modelas
todos los días.
Solo que yo
jamás me moveré de aquí.
Porque me fascina verte,
cansado de la vida
y de todo lo que tocas.

Soy tu eterna Penélope,
el cactus que riegas una vez por semana
y tus sueños imposibles.

El Padrenuestro que nunca rezaste
y la hostia que aun
molesta tu boca.

El principio y el final
de tu día.

El verano que tanto odias
y tu imposible deseo
de amar.

Soy todas tus esperanzas juntas
y todo tu pesimismo vivo.

Soy el costado que te falta
para que seas tú.

  • “Ella sentada en un café en Berna observando los Alpes suizos cubiertos de nieve, muriendo de frio, con las manos heladas, un hambre infinita y frente a ella "el amor de su vida", que en ese momento era él”.

    Ella se explicaba este error de la teoría amorosa -depués de haber leido a Ortega y Gasset veinte mil veces- de esta forma: No existe el amor de la vida, sino de un momento de la vida…. pero eso también la ponía triste.

  • Es muss sein

    Todos consideramos impensable que el amor de nuestra vida pueda ser algo leve, sin peso; creemos que nuestro amor es algo que tenía que ser; que sin él nuestra vida no sería nuestra vida. Nos parece que el propio huraño Beethoven, con su terrible melena, toca para nuestro gran amor su «es muss sein!».

    «es kónnte auch anders sein»: también podía haber sido de otro modo
    (Milan Kundera)

  • Le aterraba la idea de pensar que había vivido una vida que no era la suya, una vida equivocada; le aterraba pensar que se había equivocado en todo y que lo único que poseía verdadero peso y realidad para ella, era leve... muy leve, completamente leve hasta desaparacer....

  • K cada vez que estás cerca... me duele el corazón. (Recuerdas? recuerdas? recuerdas?... 8)

  • Pero es precisamente el débil quien tiene que ser fuerte y saber marcharse cuando el fuerte es demasiado débil para ser capaz de hacerle daño al débil. (Milan Kundera)


Leo por lo menos dos veces al año a Milan Kundera, viajo a Chincha por lo menos tres, me maquillo dos veces al día y ya no me pinto el cabello.
Aún no me perdono pero te perdono y no espero...






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