miércoles, 5 de diciembre de 2012

noviosamantesamigos


Ella sabía que siempre le darían gato por liebre
Por eso despertó un día antes
Por eso los lunes de otoño se le da por maldecir a los gatos
Besar a los vagabundos
Pasear por lugares prohibidos y de vez en cuando pensar que no todo está perdido

Solía temer que descubrieran que era un gato débil y enfermo
Tenía miedo de saber que supieran que en realidad no tenía miedo
Que fingía la mitad del tiempo y el resto se enamoraba de cualquiera

Que guardaba tantas esperanzas en su bolso y que era unañiñadesucasahijitademama
Tenía tanto miedo
De tener miedo

ella creía que eso la hacía especialmentebelladiferente

Y a veces se le daba por ponerle nombres a sus noviosamantesamigos
y decirles cosas al oído

y quererlos de verdad…


sábado, 1 de septiembre de 2012

el cielo y el infierno

Una niña con una caperuza roja recorre permanentemente estas mis calles, no puedo evitarlo, sea lo que sea que esté haciendo esas calles están presentes; mi tiempo se detuvo en ellas, en sus pistas, en sus tiendas, en esas calles de Chincha. 
Cuando soy feliz las veo, están ahí intactas, no ha pasado el tiempo por ellas, ningún terremoto ha cambiado sus formas, cuando tengo angustia aparecen también ante mí; esas calles, esas calles me obsesionan y me liberan. 
Estoy en Chincha, adoro estas palmeras y esta alameda, me encanta sentarme en sus bancas y ver los micros amarillos pasar.

...

Y Diana finalmente llegó aunque para eso esperé un año, llegó sin nada, sin sorpresas, sin oportunidades, llegó para decirme que ya no espere en ese lugar, que esas calles de Pueblo Libre no eran para gente patética como yo, que no me humille más, que ya no espere. 
Esperé a dos hombres en esas calles y ahora ninguno está conmigo, tengo terror al pensar que esta espera podría ser eterna.

Alguien me dijo que la paz era más fuerte que el amor… 

Y ahora lo estoy comprobando.




Apoteosis al deseo no cumplido
obra mía
2008

lunes, 27 de agosto de 2012

Autobiografía breve y sin escrúpulos

Nací en Chincha en 1986, no menciono el día porque lo he mencionado hasta el hartazgo.

Viví y estudié ahí hasta los 7 años.

Mi padre fue trasladado del trabajo a Lima y nosotros nos mudamos con él. Viví en Lima hasta los 10 años y por cuestiones de incomodidad de vivienda tuvimos que regresar a Chincha… y nuevamente más cambios.

En mi casa en Chincha pasé los años más felices de mi vida, especialmente en el verano del 98 porque descubrí junto a mi papá el dibujo, el color, las formas y me enamoré o lo que pueda parecerse al amor cuando tienes doce años.

Terminando esas vacaciones regresamos a Lima para siempre (contando como para siempre hasta el día de hoy 26 de agosto del 2012 en que me animé a transcribir mi biografía escrita inicialmente en junio del 2011) y entonces aprendí lo que era la nostalgia.

En Lima también hubieron constantes cambios de colegios, amigos, etc.

Finalmente me asenté en el Colegio José Carlos Mariátegui 2048 de Santa Luzmila en Comas, en donde estudié tercero, cuarto y quinto de secundaria.

Durante esos años también enfermé de algo llamado desordenes alimenticios.

Al terminar el colegio quise estudiar medicina, porque en ese momento me parecía la única manera de ayudar a otras personas.

Pero mi papá perdió el empleo, en la academia pre universitaria supe que no toleraría esa carrera y decidí que quería estudiar literatura.

Empecé a trabajar para ahorrar y me volví a confundir, mi papá me aconsejó estudiar arte.

Mis problemas de autoestima continuaron y en 2005 ingresé a Bellas Artes.

Fue difícil pero me esforcé y logré adaptarme a la escuela, en 2006 me enamoré y sufrí, en el 2007 escogí la escultura como especialidad y desde entonces la vengo trabajando junto con el dibujo y la performance, lenguajes que me han permitido decir muchas cosas, manifestar otras que mantuve escondidas por años pero que sobretodo me han permitido sobre vivir, sobrevivirme, destruirme y resucitar constantemente.

sábado, 21 de julio de 2012

Se vistió de azul porque era martes y los martes eran azules


Sigue caminando descalza, toma un vaso de agua y entonces piensa que es veinte de abril y sabe que será un día triste, que recordará a su último amante; que la dejó por una beca en Francia y se pregunta si también la hubiera dejado  si la beca hubiera sido para Brasil porque él detestaba Paris pero amaba la capoeira, sin embargo aun así se fue y ya no piensa más porque sabe que si sigue pensando llegará a la conclusión de que a cualquier lugar que lo mandaran se hubiera ido porque en realidad no la quería porque la usó todo ese tiempo y tuvo techo seguro… que  se acostaba con ella y le decía que la amaba con los ojos cerrados porque no podía mirarla porque pensaba en su esposa muerta; no ella no quería pensar todo eso, por eso solo se dijo ahogando sus pensamientos… ‘Paris es un buen lugar para sonreír y eso quería él’.

Y para no seguir pensando en porqué ese día se sentía irremediablemente sola se duchó y tocó su cuerpo como todos los días hacía y sintió placer pero placer dulce como cuando te amas a ti misma o sea un placer maravilloso que la apartaba de pensar, solo se quería tocar; terminó de ducharse y caminó descalza por el piso de su casa, que había limpiado solamente para sentir el frio en sus pies, ese frio que tanto había evitado; ‘el dolor es como el frio, es dulce a veces hasta que te quema’ pensó mientras caminaba hacia su guardarropa.

Se vistió de azul porque era martes y los martes eran azules para ella desde que tenía 15 años, porque su madre le dijo: el color perfecto es el martes y murió un día azul. Ella no quería recordar porque los martes eran azules aunque en el fondo lo sabía todo y ese todo le dolía.

Tenia ahí las medias azules que su madre le regaló y que se pondría ese día sin recordar aun su ausencia pero se las pondría solo por ser un día azul y porque para ella no tenía que haber una justificación para ponerse esas medias viejísimas de hace diez años ni para tener sexo por placer ni para abandonar todo en el momento menos indicado ni para escribir desde su angustia tampoco para gastar en banalidades las últimas monedas que le quedan para sobrevivir  hasta el 31  de Julio  y es que esas medias eran las más abrigadoras y ella se preparaba para sentir frio, mucho frio hasta el alma y se lo decía así misma masoquistamente: ‘sé que hoy será un día frio porque dentro de su cerebro el  frio era igual a dolor del alma’.

Pero prepararse no la ayudaba, hubiera deseado por el contrario desaparecer pero no con la ansiedad del suicida sino con el cansancio de quien ha vivido muchas vidas agitadas.

Y con esos 26 años cansados, voluptuosos y plagados de excesos sonreía… era el día de su cumpleaños.


"Las estadísticas dicen 92"
Obra de Teresa Serrano



lunes, 21 de mayo de 2012

A veces ni lo imaginas...

A veces a las princesas soñamos con nuestro vestido blanco y el quinto aniversario... nos gustaría ser mecidas suavemente en brazos del principe amado y recibir una caricia en la mejilla de esas que yo he tenido tantas, menos esta noche. A veces a las princesas nos gustaría no tanto deshacer las camas, sino hacerlas antes del primer café. Las princesas ya no ponen cuernos pero tampoco un te quiero en los labios, las que un día serán reinas se ahogan en vasos de agua y esperan horas sentadas junto al teléfono una llamada que llegará, o no. A veces a las princesas les da por ser orgullosas y otras por tocar paladar ajeno con la punta de la lengua. Algunas piensan que el amor es un salvavidas incondicional y categórico. Algunas princesas les da por ponerse de puntillas con catorce años y soñar con que son mayores, e imaginarse que de repente la agarraran por la cintura y bailarán con ella un tango. Y que alguien las arropará cada noche cuando llegué el frío. Las princesas de no más de metro sesenta, de manos pequeñas y corona valiente que entonan el rosa rosé, y de vez en cuando mienten. Las de si saltas tu salto yo, y al final no salta nadie. A veces, sueñan con volar y salir por la ventana y se van con el segundo tarambana. Las despechadas de poco pecho y las que creen en cuentos de hadas, que sueñan que son amadas. A veces, las princesas que hacen post como raperos y recogen fresas de los invernaderos, no quieren ser Mesalina. Y quiénes son esas princesas a veces ni lo imaginas...